sábado, 9 de febrero de 2008

La sorpresa de Papá


Cuando una se despierta y ve, lee y siente lo que yo he visto, leído y sentido esta mañana, sólo hay dos opciones razonables, y una lo es menos que la otra. La primera sería subir corriendo a despertarle y mimarle hasta el fin de nuestros días. Así, juntitos, haciendo caso omiso del mundo. La segunda es escribirle un poema y esperar a que se despierte y lo lea y sienta lo que yo he sentido al ver sus palabras, por lo que aquí va el poema para mi amor.
Para Papá, de mamá y Gael.
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Y cómo contarte amor
si tú eres cada palabra,
si cada día en tí labra
tu vida en mí lo mejor.
Si eres el fin del dolor,
si tú eres señor y dueño
hasta del último empeño
de mi pulso y de mi paso.
Si está que rebosa el vaso
de hacer realidad su sueño.
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1 comentario:

Anónimo dijo...

conseguís emocionarme.¡eso sí que es Amor!.disfrutarlo por siempre.