domingo, 25 de octubre de 2009

Extra







Por aquello del retraso, pongo unas cuantas más. Prometo a partir de ahora entregarlas puntualmente.
Muchos besos a todos.

El tiempo










Hoy han cambiado la hora y resulta extraño levantarse un domingo a las 7:30. Al principio da un poco de rabia, pero enseguida me he dado cuenta de lo afortunada que soy por disponer de una hora más. El día a día resulta agotador y apenas tengo tiempo para nada que no sea el trabajo y Gael, así que voy a dedicar lo que pueda de esta mañana a actualizar el blog.

Cada vez se hace más complicado escribir, ya no por la falta de tiempo ni por la falta de ganas, es porque las palabras quedan tan pequeñas cuando hablo de él, que me da rabia no poder contar, transmitir lo que es y significa Gael.

Es la personita más maravillosa del mundo y día a día nos hace crecer, nos enseña, nos regala la vida. Día a día aprende a ser él mismo.

Sigue comiendo mal, aunque parece que ya lo único que rechaza a ultranza es la verdura. Sigue quedando hechizado cada vez que ve una pelota y por supuesto sigue viviendo al son de su tetete.

Ahora ha comenzado a darle verguenza estar con gente pero enseguida se suelta y hace despliegue de todos sus encantos, que son muchos.

También le ha dado por morder y pellizcar y es como un cachorrito, al principio todo besos y abrazos hasta que empiezas a jalearle y se va cargando de unos nervios que suelen derivar en un doloroso mordisquito que festejas con un "¡ay!". Entonces abre sus faucecitas, señala y te dice "pupa"; pero curiosamente no es a la marca dejada por sus dientes a lo que señala, sino a su propia mano, para que le des un beso. ¡Que morro tiene!

Y es tan tierno, tan cariñoso y tan dulce que se hace prácticamente imposible poder negarle nada, así que nos tiene dominados con su embrujo gaélico, que es la cosa más hermosa que te puede ocurrir en la vida.

Os dejo con sus fotos. Con retraso, lo sé, pero intentaré no faltar más, a partir de ahora, a cada día 10.