jueves, 27 de diciembre de 2007

Por la noche


Apenas puedo pensar en otra cosa. Doy vueltas en la cama intentando buscar la postura que le guste, pero él sigue moviéndose. Estamos los dos inquietos, tampoco sabe Gael qué pasará cuando nazca. Comienzo a tener un poco de miedo, me pregunto cómo será, si habrá complicaciones en el parto y sobre todo qué sentiré. Imagino cómo será ese momento en que por fin estemos los tres, cómo miraré a David, cómo me mirará, si lloraremos mucho, si estará todo bien...

Quedan 3 meses y cada día se me hace más largo. Ya está todo elegido, la cunita, el cambiador, el armario, el cochecito... sólo queda ir a buscarlo, dar el paso y seguir esperando mientras él sigue creciendo.

Me pregunto también qué estará sintiendo ahí dentro, si también tendrá miedo, si podrá notar las ganas que tengo de abrazarlo, de quererlo. Le imagino dando volteretas, durmiendo, moviendo esas manitas que me han hechizado y cada día me fascina más el milagro de la existencia, cómo de pronto surge la vida y uno se convierte en padre, madre, abuelo...

Gael nos cambiará a todos y no sé si encontraré las palabras que puedan contarlo. Hasta entonces seguiré esperando, escribiendo, intentando unir las letras para explicar qué está pasando por nuestras mentes.

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