Ayer sábado 10 de mayo, a las 18:05 h. Gael cumplió su primer mes. Parece mentira lo deprisa que pasa el tiempo, lo atento que está a todo, lo inteligente que parece, lo mágicos que resultan sus "baaaaauuu", su carita en la bañera, la belleza de sus sonrisas.
No dejo de pensar cada vez que le miro que es un milagro, que no hay cosa más hermosa en el mundo, ni más tierna, ni más amada. Y beso su frente, sus manos, sus pies, su tripita, y le abrazo y le canto y le arropo con mi cuerpo para sentirle más, para terminar de creerme que Gael ya existe, que no es un sueño. Y entonces ya no se puede ser más feliz.
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